«Nosotros tratamos de combatir la indiferencia hacia la persona que está al lado nuestro»

Lucas Emiliano del Pozo
Partido: ALBA (Alternativa Buenos Aires)
Ocupación: Empleado/Integrante de la murga «De Paso Cañaso» de Villa Soldati
Barrio: Flores
Edad: 30 años
Correo electrónico de contacto: lucemdelmendez@gmail.com

¿Cuál es tu diagnóstico de la Comuna 7?

No lo veo bueno en líneas generales. Si bien se hicieron cosas, no son cosas que realmente necesita la Comuna como prioritarias. A nivel de la Ciudad también pasa eso. Se hace una lavada de cara ante un montón de situaciones o ponen cosas en la calle que se ve que hacen, pero los problemas de fondo no se resuelven. O no se tratan como deberían tratarse, por lo menos desde el punto de vista nuestro. Vivo cerca de la villa 1-11-14 y la urbanización de la villa es algo pendiente y no se ve que se haga nada a razón de eso. La inversión de la escuela pública no se ve reflejada como debería verse, porque tienen un montón de problemas edilicios. En la Comuna 7 las escuelas son muy viejas. Entonces, no se da un mantenimiento real para que no tengan problemas. Tanto en los hospitales. En el Hospital Piñero la atención es muy mala y faltan un montón de recursos. La misma gente que labura ahí te trata para la mierda. Hacen falta insumos para cuando tenes un problema. No estoy en contra del Metrobus que hay en Roca o de la bicisenda, pero realmente no soluciona el problema de transporte de fondo. Hagamos esto para que vean que hacemos algo. Me parece que es el concepto que maneja la gente que está gobernando la ciudad. Hay mucha inseguridad porque hay mucha droga. No hay lugares de contención reales. Y hay pibes que salen a chorear para conseguir guita y seguir consumiendo. La gente que se queja de la inseguridad en el barrio no se queja de la gran inseguridad sino que se queja del arrebato al voleo y precisamente lo que reclama es más presencia del Estado en la Ciudad y en algunas zonas en particular. Hace dos años vino Gendarmería y comenzó a realizar una labor relativamente buena pero después es como que se achancharon y ahora no hacen más que pegarle a los pibes. El otro día, a 300 metros del puesto, estaban arrebatando la cartera a una señora y cuando fuimos a increparlos para que hagan algo, nos dijeron que no podían dejar el puesto de trabajo. El otro día enviaron a un chico al hospital con dos costillas fisuradas, le pegaron a una madre. Entonces, las cosas se encaran de un lado que no está bueno. Nosotros tenemos otro tipo de propuestas. Que los vecinos salgan a la calle.

¿Por qué crees que los votantes de la Comuna 7 tienen que elegir tu propuesta?

Nosotros tenemos una propuesta con la ley de clubes, una ley que está estancada. Hay muchos clubes que en el 2001 quebraron y perdieron la personería jurídica y ahora no la pueden recobrar. Y al no tener la personería jurídica no podes acceder a los subsidios que dicha ley afirma que te tienen que otorgar por ser un club de barrio. Nosotros pensamos que el lugar para crear los mecanismos y las herramientas para contener a los pibes y que no estén más en la calle son activar los clubes de barrio. Reactivar y reinventar esos lugares. Que el club sea otra vez el lugar que nuclea a la gente del barrio. Que se junten el viejo que está jugando al ajedrez y el pibe de 30 y que se conozcan porque ese también es un gran problema: la gente está tan metida adentro, no sale y no conoce al vecino. Y la única manera de comunicación que tiene es violenta con el otro. ¿Por qué? Porque faltan los lugares donde la gente se junte. Nosotros tratamos de combatir la indiferencia hacia la persona que está al lado nuestro. Nosotros tenemos el local, “el furgón”, que están en Miraflores 2199, a una cuadra de la villa, y la gente de alrededor prejuzga mucho sobre los habitantes de la villa, pero eso sucede porque no se conocen. Nosotros somos del barrio, nos criamos acá, sabemos cómo se vive, cuáles son las falencias que tenemos, cuáles son los puntos que podemos activar para vivir un poco mejor. Y nos parece que los de los clubes es una buena movida para poder acercar a los vecinos, sin ningún mediador. Y empiecen a tener pertenencia del espacio. Nosotros tenemos la intención de armar una cooperativa con los pibes que están sin laburo para el mantenimiento del barrio. Pintar los postes, cortar el pasto. Y así también vamos creando pertenencia de los pibes sobre las cosas que hacen y que el barrio sienta que es suyo y es su deber cuidarlo. Promulgamos a diario esto desde el local, con nuestras clases de apoyo, de recreación, tenemos un taller de radio, un taller de uñas esculpidas, un taller de maquillaje. También trabajamos bastante con el club Miraflores, que está en Somellera 1770, que le cayó la orden de desalojo porque está observado el trámite de la personería civil en la Inspección General de Justicia. Pero el trámite ya se había comenzado. Por eso queremos reactivar la ley de clubes para que se aceleren los trámites. Y con el desalojo, se lo quería apropiar el Arzobispado de la Ciudad porque al lado está el colegio privado, y quieren hacer del club el campo de deportes del colegio, dejando a 300 pibes en la calle. Y no podemos permitirlo. Nosotros estamos laburando para crear los lugares que nucleen y se transformen en contención de los chicos y la gente de acá lo quería cerrar. El Furgón tiene dos años acá en el barrio y la gente ya lo toma como punto de referencia y se acerca. Y todo en poco tiempo. También tenemos una salita de cuidados y atención de salud primaria. Hacemos conserjería pre y post aborto, entregamos test de embarazo para las chicas del barrio. Hacemos charlas de salud sexual porque el nivel de ignorancia sobre el tema es alto. Tratamos de construir conciencia y sentido de pertenencia. Bajar el nivel de individualismo, fomentar lo colectivo. Si algo le pasa al que está al lado tuyo, también te va a pasar a vos porque es él el que está a lado tuyo y de alguna manera te puede afectar. Los avances son paulatinos, lentos, pero sabemos que esto es a muy largo plazo.