Jueves 21 de Noviembre del 2024

Nadando en la incertidumbre

Dentro de las aperturas escalonadas para reactivar de a poco la economía de la ciudad, […]

Publicado el 23 octubre, 2020 por Nicolás Rosales

Dentro de las aperturas escalonadas para reactivar de a poco la economía de la ciudad, hay un sector que aún no ha podido reabrir. Se trata de los natatorios, entre ellos los barriales. Este medio dialogó con Cecilia Angeleri dueña del natatorio “Nadar jugando”, escuela de natación de la calle Quirno casi Directorio.

Los natatorios porteños se encuentran unidos y organizados, ya que enviaron de manera conjunta un protocolo para abrir y trabajar. Han tenido algunas reuniones con autoridades del gobierno, pero aún no tienen una respuesta. La situación actual es que sólo pueden trabajar natatorios al aire libre: sin techos ni lonas.

“Desde el mes de julio que está presentado un protocolo en la Jefatura del gobierno. Lo que no están queriendo aprobar es el tema de las ventilaciones. El Gobierno de la Ciudad mismo nos exige esto para funcionar, les estamos explicando a ellos mismos lo que nos están negando. Porque necesitamos ventilación mixta para tener un natatorio, que sería una doble ventilación, por un lado con ventanales naturales y artificial a través de extractores industriales. Que sacan el aire y lo van renovando de afuera hacia adentro. Esto se utiliza siempre, tanto en invierno como en verano”, explicó Cecilia Angeleri, responsable de Nadar Jugando en el barrio de Flores.

“De volver a trabajar con protocolo también somos conscientes que no volveremos con la misma cantidad de alumnos para evitar los contactos estrechos”, la directora del natatorio nos dio en detalles punto por punto en que constaría este protocolo avalado por reconocidos profesionales de la salud:

1-Ingreso reducido de socios, solo por asignación de turnos.

2-Pileta sectorizada,  evitando contacto estrecho entre nadadores.

3-Toma de temperatura al ingreso.

4-Uso de vestuarios a la salida.

5- Desinfección de espacios entre turno y turno.

6- No uso de duchas ni espacios comunes.

7- Ventilación natural y artificial permanente.

“Dentro de la ciudad tenemos como ejemplo el Club Versalles, Club Cuba de costanera Norte que pudieron sacar el techo. Lo que nosotros queremos plantear es que seríamos semicubiertos. Nuestro natatorio es pequeño, tenemos solo a bebés y niños”, continuó Angeleri.

Por otro lado, planteó: “El cloro, está demostrado, incluso se está hablando con el propio Fernán Quiroz, ministro de Salud de la ciudad, que en evaporación tiene cloramina, que favorecería la no propagación del virus”.

“Lo único que hemos recibido como ayuda es el crédito a tasa 0. En noviembre tenemos que devolver la primera cuota. Como no nos ingresó nada, no sabemos cómo lo vamos a pagar. Llevamos más de 240 días sin ingresos. Y también tenemos un montón de gastos, como los impuestos, seguros, rúbricas, etc. Hemos gastado nuestros ahorros. Necesitamos que nos den ahora  mismo la derecha en esto. Porque no aguantamos más, no podemos seguir esperando. Al menos arrancar ahora, con días de calor, para empezar a tener ingresos, porque en el invierno que viene, si sigue la pandemia, quizás no podamos seguir”, dijo con preocupación.

Un tema para anotar en la agenda de los pendientes.


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