“Es un aprender jugando”

Guías Cabrini es un espacio de educación no formal que se basa en el trabajo en equipo. Hablamos con Belén, una de sus dirigentes, para conocer de qué se trata esta experiencia para niñas y jóvenes de entre 7 y 20 años.

La Comuna 7: ¿De qué se trata Guías Cabrini?

Belén: Somos parte de la Asociación Guías Argentinas. Guías Cabrini nace hace un poco menos de 40 años en el barrio de Flores para traer una propuesta nueva para las niñas del barrio. Trabajamos en la Parroquia Santa Francisca Javier Cabrini (Av. Francisco Bilbao 2241). Con los años fueron cambiando los miembros pero las bases siguen siendo las mismas. Somos una asociación de educación no formal que tiene una multiplicidad de valores sobre las que se construye, por ejemplo, el trabajo en equipo y en comunidad, atender las necesidades que tienen las distintas edades de las niñas para poder crear actividades que respondan a estas necesidades. Vengo a Guías Cabrini desde 2008. Empecé cuando tenía 9 años y nunca más me fui.

LC7: ¿Por qué les parece necesario que existan este tipo de grupos?

B: Nos encontramos con que hay muchas necesidades que las chicas están teniendo que la educación formal no responde. Esto es un aprender jugando, nosotras creemos que brindamos herramientas a las chicas que tal vez no las encuentran en otros lados. Conocen otro tipo de juegos, aprenden a trabajar en equipo. Nos encontramos que se forman grandes grupos de amigas. Es uno de los valores más grandes. También, aprenden cosas nuevas como el irse de campamento. Se forman vínculos que no se forman en otros espacios.

LC7: ¿Cómo atravesaron la pandemia?

B: Mientras estuvo la cuarentena hicimos actividades a través de Zoom. Si bien no es lo mismo, nuestro objetivo principal era mantener una conexión con las chicas. No es fácil ser niña estando en una pandemia. Lo importante era poder acompañarlas en ese momento y saber cómo lo estaban viviendo, cómo les estaba yendo en el colegio. Una vez que comenzamos con el período de distanciamiento social, ahí se nos autorizó a volver a tener actividades presenciales y trabajamos igual que un colegio, a través de burbujas de no más de 20 personas. Se toma la temperatura, no tenemos contacto, la distancia se respeta en todas las actividades. Los días que está lindo nos vamos al Parque Chacabuco que está bueno porque recuperamos un poco lo de las actividades al aire libre que la pandemia no nos permitía hacer. Los días de lluvia estamos en la parroquia que nos presta el patio y los salones.

LC7: ¿Cómo se sintió el volver a la actividad presencial?

B: Las chicas están re contentas de haber vuelto a las actividades presenciales porque fue el reencontrarse con sus amigas, el reencontrarse con sus dirigentes, fue el reencontrarse con un espacio que es de ellas y es de todas. Son parte de esta comunidad y la comunidad está para ellas. Está creciendo la cantidad de niñas que se acercan. Entre 20 y 25 chicas. A nosotras nos pone contentas ir a las actividades y saber que nos podemos ver. El crecimiento que vemos en las nenas es increíble.

LC7: ¿Qué es ser guía?

B: Es una mezcla de varias cosas. El servicio por un lado tiene una sensación de crecimiento y de satisfacción con uno mismo. Cuando hablamos de servicio no es una actividad puntual sino que hablamos del estar dispuestas, hablamos de estar para el otro. Para mí el servicio es eso. Solemos trabajar el servicio como una acción constante. No solamente desde el qué puedo brindar en esta situación, sino desde el qué necesitan que yo brinde en esta situación. Cada rama toma la decisión de qué actividad solidaria quiere hacer. Se han hecho colectas de juguetes para el Día del Niño, se ha trabajado con hogares de niños para hacer apoyo escolar y está la noche de la Caridad en la parroquia. Nos reunimos los sábados de 15 a 17 horas.

Fotografía: Guías Cabrini.-