“Todo lo que hacemos es a pulmón, autogestionado”

Desde el portal de noticias «La Comuna 7» sabemos de la importancia de la cultura y sus espacios en los barrios de la Ciudad. En esta ocasión nos acercamos a la esquina de Senillosa y Av. Cobo para conocer a la Casa Cultural José Martí. Allí nos recibió Florencia Juarez Mayor, participante del movimiento cultural “Hagamos lo imposible” y encargada del área de comunicación del movimiento. A continuación lo que nos dejó la charla.

La Comuna 7: ¿Desde cuándo funciona la cosa y por qué eligieron este nombre?
Florencia Juarez Mayor: La casa ya tiene más de 6 años, es un espacio que se abrió en conjunto con otro colectivo cultural, el José Martí, que principalmente tenía como objetivos abrir un espacio para que el barrio tenga talleres, actividades culturales para trabajar con los vecinos y la comunidad del barrio. Siempre un poco con la lógica de que sean espacio gratuitos, donde todos puedan participar, traer propuestas, sin que haya ningún tipo de restricción a la hora de poder participar. Nace con esa idea, y con esa impronta. El nombre surge desde el colectivo y más por una reivindicación más en general a los procesos de transformación. En ese sentido, siempre apostamos a poder levantar determinados sujetos que hayan abonado a los procesos de transformación. También, participamos de distintos proyectos comunicacionales articulando con esta casa.

LC7: ¿Qué tipo de talleres brindan?
FJM: Se han brindado, actualmente no, de teatro para niños, para adultos, artes marciales, de lectura, varios. Tenían una grilla semanal y generalmente eran a la gorra. Damos talleres en las villas, por el momento no tenemos un espacio determinado para darlos, así que vamos a algunos comedores o utilizamos las casas de los vecinos, o al aire libre.

LC7: ¿Cómo se gestionan?
FJM: Todo lo que hacemos es a pulmón, autogestionado. Generalmente hacemos actividades propias, pero sin dejar de reconocer que tenemos que exigir que se no reconozca por todo el trabajo cultural que venimos haciendo. Esto no quita que nos presentamos a proyectos de financiamiento, pero la realidad es que no salen en su gran mayoría. Nos cuesta mucho, sobre todo lo que es el trabajo que venimos haciendo en las villas. Esto implica mucho papelerío y tramiterío que también demanda esfuerzo, por lo cual si bien son todas actividades autogesionadas tratamos de hacer valer nuestro trabajo cultural exigiéndole al Estado que también se haga responsable y nos reconozca por el aporte que hacemos a la cultura.

LC7: ¿Qué mirada tienen de la cultura?
FJM: Nosotros creemos que la cultura tiene que ser crítica, para el pueblo, para los sectores que menos acceso puedan tener. La cultura es una de las patas fundamentales para entender al mundo de otra forma. Nos acostumbran a creer que las cosas son estáticas, que no se pueden cambiar, que la desigualdad es lo que existe, que es la forma de vivir. Y nosotros no estamos de acuerdo con eso, siempre apostamos a construir una cultura desde los pueblos, para aunar un proceso de transformación general.

LC7: ¿Cuál es la forma de acercarse a la comunidad?
FJM: Generalmente con las actividades que se hacen acá, pensando en la necesidad e intereses de los vecinos. Los talleres son abiertos, usamos carteles alrededor del barrio, las redes sociales. Tenemos contactos con circuitos culturales, con medios alternativos, independientes, autogestivos.

LC7: A lo largo de la historia del lugar, ¿han tenido algún inconveniente con el Estado de La Ciudad?
FJM: Sí, hace unos meses nos clausuraron la casa. Nos clausuran por no tener habilitación precisamente. Cuestión que es un problema, porque no es sencillo acceder a las mismas cuando uno es un espacio independiente y autogestivo. El trámite implica mucha plata, para readecuar los espacios. Nosotros estamos peleando para acceder a una habilitación, y se generan tensiones. Creemos que desde el estado se debería fomentar a que existan espacios como este, y esto no sucede. Generalmente los espacios habilitados tienen un perfil más comercial, esto es lo que pasa con la nueva Ley de Espacios Culturales que existe. Nosotros no terminamos de encajar por una cuestión económica e incluso por las actividades que se hacen, porque nosotros no tenemos como objetivo ser un espacio comercial. Sino que, queremos socializar a la cultura y los bienes culturales. Este no es el espíritu de la Ley. Ante este inconveniente resistimos, hicimos algunos festivales acá en la zona para que parte del barrio se apropie de lo que estaba pasando. Defendemos a la cultura popular, crítica.

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