Marcha contra la inseguridad frente a la sede de la Comuna 7

En la tarde del martes, los vecinos de Flores volvieron a pedir seguridad, esta vez frente a la sede comunal. La marcha cortó pacíficamente Rivadavia y reclamó por la falta de respuesta de las autoridades.

Luego de la protesta del lunes en la Comisaría 38, en donde se produjeron violentos incidentes, los vecinos se autoconvocaron nuevamente para pedir por seguridad en la sede de la Comuna 7. Los crímenes de Pascual Mollo y de Brian Aguinaco, sumado a los delitos que suceden constantemente en la comuna más insegura de la ciudad, fueron las razones para que los vecinos de Flores se movilizaran ante las autoridades comunales.

Minutos antes de las 19, ya había una gran cantidad de personas que se había acercado a la esquina de Rivadavia y Culpina, frente a la sede comunal. La reunión de ayer por la mañana del Ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Martín Ocampo, con los familiares de Brian Aguinaco y algunos vecinos, no alcanzó para calmar los ánimos de un barrio que sufre la inseguridad desde hace tiempo y que llegó a su límite. Por lo que en silencio, cada vez se acercaron más vecinos y se quedaron en las distintas esquinas de esa intersección.

El edificio de la comuna estuvo absolutamente cerrado y fue custodiado por un operativo policial que, por las dudas, contó con demasiados efectivos. Pasadas las 19, comenzaron los aplausos. Aplausos que se sostuvieron ininterrumpidamente durante más de una hora. Mientras más vecinos llegaban, de a poco y de manera pacífica, la marcha fue cortando el tránsito sobre la calle Culpina y ocupando parcialmente Rivadavia. Los bocinazos de apoyo no se hicieron esperar. Hubo carteles con distintas frases como: “Todos somos Brian”, “No a la zona liberada”, “Basta de inseguridad”, “Ni un vecino menos” y “Justicia x Brian”.

Tal como se cantó el lunes por la noche, el “que se vayan todos, que no quede ni uno solo” se repitió con mucha intensidad. Además, se sumaron voces críticas que gritaron: “Policía Federal, la vergüenza nacional”, y que exigieron “seguridad, seguridad”. Durante la tarde noche, los aplausos se hicieron más fuertes cuando se recordó a las últimas víctimas de la inseguridad: “Mollo, presente. Brian, presente. Ahora y siempre, ahora y siempre”.

A las 20, el corte se trasladó al resto de Rivadavia, al mismo tiempo que se pidió la renuncia de Patricia Bullrich, Ministra de Seguridad de la Nación, y de todos los comuneros, que no estuvieron presentes.

En particular, los vecinos reclamaron por la presencia de Guillermo Peña, Presidente de la Junta Comunal. Momentos antes de disolverse la marcha, los vecinos conformaron una asamblea. Allí expresaron que “estamos cansados. Lamentablemente después de lo de Mollo, tuvimos que tener un Brian”, remarcaron que “se tienen que ir ellos, los delincuentes” y respecto al futuro de la movilización confirmaron que “esto no se desarma”.