«La película rescata valores que exceden el básquet»

La Comuna 7 estuvo con José Glusman, director de «León, reflejos de una pasión», un documental que retrata la vida y el legado del prócer del básquet nacional: León Najnudel.

La Comuna 7: ¿Cómo se te ocurrió documentar la vida de León?

José Glusman: Cuando era joven jugaba al básquet en Deportivo San Andrés. Posteriormente, el básquet me dejo a mí. De esos tiempos, me sigo juntando con un grupo de hombres. Y cada vez que nos encontrábamos, surgían anécdotas de León. Y de tanto escucharlas, nos preguntamos si no era factible realizar una película de esa vida. La idea prendió, me vincule con Iván Najnudel que también se entusiasmó y el mundo «básquet» se abrió nuevamente para mí. En principio, no sabía muy bien qué contar. La idea clara era que quería hacer un documental de León.

LC7: ¿Con qué situaciones te encontraste a la hora de filmar la película?

JG: Me encontré con distintas situaciones. Lo que hace filmar una película siempre es muy caro. Si es León, si es tan importante para el deporte, alguna empresa vinculada a lo audiovisual o al deporte, tendría que naturalmente apoyar esta realización. Comencé a golpear puertas pero sorpresivamente me encontré con un ninguneo, nadie me dio bola, todos se llenaban la boca pero nadie apoyaba en nada. Nadie me refiero a empresas. Ahora salen a colgarse, pero no ayudaron en nada. No son justamente los que tienen los logos en la película. Atacama Publicidad, Diseño Bar, Torneos y Competencias, Olé, Utopía Comunicación. Todos ellos sí que la hicieron posible. Y fundamentalmente el INCAA. La piedra fundamental es que exista el Instituto y si no fuera por ellos esta película no se hace. Pero a la vez, en la medida que iba contactando a los futuros entrevistados, que también fue un proceso de seleccionar a quienes porque no están elegidos por cartel o por relevancia sino por vinculación con él. Y era muy delicado porque hay muchísima gente que quería estar en la película porque León tocó mucha gente y lo conoció mucha gente. Y le hizo bien a mucha gente. Pero no podía tener a todos porque todavía estaría filmando. En la medida en que fui entrando en contacto con los que iba a entrevistar, en el proceso mismo de filmación de las entrevistas, me sorprendió mucho la entrega que tuvieron. Fue muy sorprendente como gente muy curtida en los medios o del deporte, se fueron abriendo, dejaron que su expresión cuente sus sentimientos y le dieran un cuerpo a la película muy emotivo; fue muy sorprendente para mi. Otra cosa que me sorprendió es cómo hablan en presente de él. Eso fue muy notable. La película termina con esta frase: cómo León está para esta gente. No “León estuvo, León está”.

LC7: ¿Cómo si su legado sigue vivo?

JG: Su legado sigue vivo en ellos, en los entrevistados. Es como que tienen incorporado a León adentro en alguna cosa, en alguna palabra para entrenar, en algún valor ético, en la pasión que les inculcó, en el coraje. A cada cual le dio algo que lo tiene incorporado. Uno de los entrevistados que tuvo padre, madre, está casado y tiene hijos, me dijo: “Después de mi mamá, es la persona que más me dio en la vida y no me pidió nada a cambio”. Más allá de su legado profesional y más allá de su relevancia en la actividad deportiva que fue su ámbito de expresión, en lo humano cómo los marco a todos. Y lo que empezó siendo una idea más ligado a lo basquetbolístico, la película se fue para el lado humano de León porque fue muy impactante para ellos que lo han vivido y para mí que lo filme.

LC7: Mucha de la gente joven que va a leer esta nota no conoce a Leon Najnudel, ¿Cuál es el aporte que le hace al deporte argentino?

JG: Básicamente, dos elementos que si vemos las luchas que hay en el país hoy siguen presentes: él le dio federalización e intentó la distribución equitativa de la riqueza. Son palabras picantes, ¿no? Pensa estas mismas palabras en la época de la dictadura militar. El tipo fue al frente con esto sin partidismo político, con el sentimiento por una actividad que amaba, una pasión desenfrenada que tenía por lo suyo y alguien que en esa época quisiera hacer una distribución equitativa en esa época, si hoy en democracia hace 30 años genera lo que genera, imaginémonos la lucha de este hombre en esa época y en ese contexto. Por otro lado, si bien la película se desenvuelve en el mundo del básquet porque ese fue su medio expresivo, yo intenté para el que no sabe nada de deportes la película le pueda llegar, no mágicamente. A mí me fue pasando cuando la estaba editando que hacia chequeos con gente de mi medio: actores, directores, gente de a pie, común, empresarios, abogados. Y terminaron de verla y por fuera de lo emotivo, a cada cual lo remitía a la pasión por lo suyo. Un actor que había terminado de verla y que le gustaba tal o cual parte, a los dos minutos el tipo se ponía a hablar de su relación con su actividad, el teatro, o un pintor que lo remitía a la relación suya con sus maestros. La película si bien sucede a través del básquet, rescata valores que exceden el básquet. Ser generoso, ser solidario, ser honesto, ser luchador, tener coraje, son atributos para la vida que en cualquier orden de la vida que los apliquemos nos tendría que llevar por un mejor camino a todos. Él decía “si nos va bien a todos, me va a ir mejor a mí”. No es que quiero que me vaya bien a mí y mal a los demás, como es el criterio de cierto sector de la sociedad, que no sólo necesita ganar mucho sino que también necesita que vos ganes poco para sentirse realizado. Pregonaba el bien común, valores que esta bueno traerlos siempre, y más en esta época mediática donde todo es tan inmediato, donde todo es tan efímero y enseguida se ponen los auriculares y los pibes ya está, ya fue y es otro tema musical. Yo no vengo a bajar ninguna línea. Simplemente trato de rescatar eso y de mostrarlo a través de una historia amena, con humor y cierta emoción para traer ejércitos del bien. Si el mal ha triunfado en el mundo, es el intento de traer un poco de bien.

LC7: ¿Qué tipo de apoyo te otorgó el INCAA?

JG: El Instituto te da un crédito que te permite financiar y si vos haces bien todos los deberes al final del camino te otorgan un subsidio que te ayuda a solventar la deuda y, fundamentalmente; te da el marco institucional cinematográfico para que la película sea un largometraje considerado como tal y habilitado a participar en cualquier festival del mundo o a proyectarse en cualquier sala del mundo.

LC7: ¿Y con respecto a la cuota de pantalla?

JG: Eso no lo ofrece el Instituto. Eso es una ley que se respeta muy relativamente pero ahí el Instituto está en una situación complicada. Hay una cuota de pantalla pero todas las cadenas no la cumplen. Y es muy difícil regularlo. El Instituto me dio el Gaumont que es la sala donde se va a estrenar y los espacios INCAA alrededor del país y aparte ayudo muchísimo a que pudiéramos hacer esa «avant premiere» en el estadio de Ferro que fue un evento que me queda en el corazón para siempre porque fue algo fantástico.

LC7: ¿Cuál pensas que va a ser el camino que va a recorrer el documental de ahora en más?

JG: Nosotros estrenamos el 30 de abril en el Cine Gaumont y a mediados de mayo empezamos a ir por el interior. Va a haber un recorrido por 80 localidades del interior donde la vamos a ir a mostrar y acompañar y no nos vamos a aquedar llorando porque no está en el Village o en el Hoyts. Vamos a ir a buscar a la gente, la vamos a mostrar para los que la puedan pagar y para los que no. Y vamos a hacer lo que hizo él: salirnos del molde e irnos a mostrar la película. Me sorprendió y me sigue sorprendiendo la cantidad de lugares que mandan mails para que vayamos por la película, para que yo la acompañe, para poder charlar y debatir, y para poder mostrársela a los que no tuvieron oportunidad de conocerlo. Y para los que León es un bronce.